La instalación domótica en una vivienda incluye tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente del inmueble, que permiten gestionar de forma eficiente el uso de la energía, y aportan confort, seguridad y comunicación entre el usuario y el sistema. El abaratamiento de las tecnologías, entre otras cosas, nos hacía pensar hace unos 10 años que a día de hoy gran cantidad de hogares estarían controlados por la domótica, pero la ralentización de la economía ha retrasado la materialización de dichas previsiones. Pese a todo, los productos y sistemas desarrollados en los últimos años no han hecho sino confirmar que el objetivo de lograr la casa inteligente está cada vez mas cerca.
Es un claro indicativo el caso de Google apostando fuerte con la compra de Nest, que comercializa termostatos y detectores de humo inteligentes; o el anuncio del programa Home 2.0 de Microsoft en el que la Xbox One se convertirá en centro de control de nuestra vivienda. Estos movimientos de los gigantes tecnológicos indican claramente la tendencia hacia el hogar inteligente.
La integración de WiFi en electrodomésticos como bombillas, lavadoras, neveras, hornos o aspiradores simplifica la comunicación de dichos dispositivos con el PC, Smartphone o tablet, por lo que, con una aplicación instalada en el teléfono móvil convertimos nuestro Smartphone en una central para controlar nuestro hogar de forma remota. Samsung ha desarrollado esta línea, ofreciendo la gama completa de electrodomésticos inteligentes y la posibilidad de control además desde un smartwatch.
La interacción de la tecnología de la información con los electrodomésticos integrados a la red WiFi permitirá crear información para que el usuario pueda gestionar eficazmente el sistema y aportará información a los fabricantes para mejorar las soluciones que ofrecen. El hogar inteligente podrá concebirse de forma integral; no sólo el usuario podrá modificar parámetros de actuación, sino que el sistema de manera autónoma tomará decisiones para conectar la lavadora en horarios de tarifa reducida, bajar las persianas en días soleados y disminuir el trabajo del aire acondicionado o desconectar el riego si la humedad del suelo así lo aconseja. Con todo obtendremos un verdadero ahorro energético y a la vez incrementaremos la seguridad y el bienestar de los ocupantes del hogar
